
Cada noche, Lin Chenxi tiene el mismo sueño recurrente, tiene una premonición: ¡está a punto de viajar en el tiempo!
De manera apresurada, vende su fortuna valorada en decenas de miles de millones y acumula enormes cantidades de suministros.
Finalmente, un accidente automovilístico la envía de regreso a los años 70, donde se reencuentra con sus familiares fallecidos.
"¡Afortunadamente, todavía tengo todo el espacio y los suministros!"
Con una abundancia de recursos y espacio infinito, está decidida a asegurarse de que su familia viva bien en esta era de escasez.
Comiendo carne, comprando casas, acabando con los canallas y superando las adversidades, lanza un desafiante cambio de rumbo.
Inesperadamente, el jefe del distrito militar se pega a ella como chicle y cada noche ruega por su afecto, "Esposita, me duele el estómago, ¿puedes frotarlo por mí...?"